El joven intelecto

La literatura milenaria de leyendas, mitos y relatos hallados a lo largo de la historia, se nos muestran ahora mismo cual una Inmensa biblioteca, puestas al servicio gratuito de la humanidad, como un maravilloso regalo para todos aquellos poetas, místicos, filósofos y amantes del “conocimiento de sí mismos” podamos elaborar y alcanzar nuestros nobles objetivos.

En estos escritos atemporales se hallan como encubiertos, a una primera vista las más sinceras oportunidades para poder encontrarnos con inteligentes y útiles conceptos, algunas ciertas normas o de reglas morales que nos serán muy preciosas para los que nos consideramos privilegiados y sinceros buscadores de la verdad.

En el presente y actual tiempo del estado en el que se encuentran los relatos de las escrituras, en su mayor parte, están profundamente confusas ante una primera ojeada, pero no por ello, se trata de ningún impedimento para nosotros desvelar, pues aún en su presentación difícil de su contenido, en su mayor parte nos será posible hallar, algún que otro escondido conocimiento.

Si bien al principio está algo confuso, con cierto descernimiento y poesía, se pueden abrir soluciones o claves escondidas, mediante el estudio relajado de sus símbolos y de sus personajes misteriosos. Una vez cotejados y localizados los actores, trataremos de conocerlos e interpretarlos, una tarea que se nos permitirá siempre y cuando la Gracia de Dios nos ayude, como no, mediante la inspiración necesaria, que nos permita alcanzar sus internos significados.

En las más altas cumbres de nuestra “intuitiva imaginación” y con la humildad de un discípulo y poeta, nos será posible llegar a sintonizar con la frecuencia en que están redactados estos escritos de los sabios, poetas y legendarios artistas. Para que poco a poco, cada uno de los que nos acercamos a su lectura, podamos ver como “iluminadas” todas las escenas presentadas de las historias que nos cuentan, y que esto nos permitan disipar nuestra presente y actual ignorancia sobre ellas.

Partiremos hacia esta aventura, en primer lugar con la conocida y vieja herramienta que ondeaba como un estandarte sobre la entrada a la Universal Academia Platónica, que decía: “Hombre, conócete a ti mismo”, así que con este ánimo, con semejante actitud valiente, adelantamos el paso, pues no olvidemos que esta mención universal tiene una extraordinaria fuerza, como un invisible empuje para ayudarnos a presentarnos como voluntarios bien atentos en esta nueva versión del  estudio que nos ofrece a todos, nuestra Academia de la Vida presente.

Sin duda alguna, estamos delante del comienzo en una búsqueda interesante, que no será nada aburrida, pues se trata ni más ni menos, que la de llegar a “atisbar o vislumbrar” un poco más de “aquello” que se encuentra como “escondido” en las escrituras” de las siempre Vieja Sabiduría Milenaria y Universal.

Las mismas enseñanzas, que por supuesto están como esparcidas por los Cinco Continentes, y que guardan sin duda alguna a través de sus Relatos, Mitos y Leyendas, ciertas doctrinas de vida muy útiles para todos y que han perdurado a través de los tiempos, para ser ahora interpretadas lo mejor posible y ahora mismo, por nuestra atrevida y joven investigación.