Bienvenidos

Aleluya
  • El ignorante comprenderá la naturaleza por sus leyes físicas limitantes y mas cercanas, el inteligente por sus brillantes poemas que a la vista descubre, pero lo espiritual sin embargo se percibe por sus frutos vivificantes que brotan en la vida de toda la humanidad.
  • Hay una integridad interior que no es visible entre todas las manifestaciones de la vida.
  • Solo tres palabras son capaces de expresar esta integridad y estas palabras son Amor, Sabiduría y Verdad.
  • El Amor trae la vida Divina, expresando la Armonía Eterna.
  • La sabiduría trae luz Divina y Conocimiento Divino, creando Belleza, Secuencia y Orden en la Vida.
  • La verdad misma es la que ofrece buena dirección a la vida.
  • Cada estrella, cada sol se mantiene en la Verdad.
  • La Verdad habla con los soles, la Sabiduría con los planetas y el Amor es tan indulgente que ha descendido a la Tierra para hablar con las personas, las criaturas más bajas en la escala de los Angeles.

  • «Hombre Cósmico» de Beinsa Douno.

Invitación


La Teosofía como una buena manera de pensar.

Parece que has dado un paso impulsado por tu determinación interna, a fin de conocer la verdad por la verdad misma de las cosas. Mediante tu manera de pensar, tu verdadero yo está encontrando un canal para expresarse y éste crecerá sin duda alguna. Como sabrás, el pensamiento correcto debe preceder a la palabra y a la acción correcta.

Lo antedicho se ha declarado de muchas formas, quizá la más familiar sea: “Busca primero el reino de Dios (que está dentro de ti) y todo el resto se te dará por añadidura.” No permitas que las condiciones circundantes, comparadas con lo que ves, te afecten. Por supuesto, sabes que, si cualquier condición existente te afecta, ésta fue creada mediante tu propio karma anterior, mientras que las condiciones futuras estarán en armonía con tu futura y libre determinación del ahora.

Lo más necesario y útil es que todo individuo cumpla con su deber, ejecutándolo cada uno de ellos en aras de la propia libertad. Ningún deber es pequeño o insignificante. Es cierto que estás consciente de que el apego a las cosas o a los resultados se desarrolla pensando en ellos. No puedes sentir afección ni antipatía alguna por algo en lo que no piensas, por ello es necesario pensar siempre en lo bueno. Mientras haces lo mejor que sabes en cada acto y deber presente, no te apegues a alguna forma particular de resultados: déjalo a la misma ley, ya que se deslizará en armonía con ella.

Al haber cumplido con tu deber, como lo entiendes, abandona todo interés personal en los primeros resultados y, cualquiera que sea su manifestación, considéralos como eso que tu verdadero yo realmente deseaba. Es cierto que para el individuo el motivo es lo único que determina la línea de demarcación entre lo blanco y lo negro, lo justo o lo injusto, etc. y por esto mismo, lo que se necesita en el mundo es claro conocimiento.

El buen motivo puede salvar el carácter moral; pero no asegura esos pensamientos y actos que constituyen el bien más elevado de la humanidad.

El buen motivo, sin el conocimiento, a veces produce resultados desagradables. La buena intención, sin el conocimiento, a veces produce obras nocivas. A lo largo de las eras existe un archivo de buenas intenciones desaprovechadas; sin embargo, el poder y el celo se han usado mal por carencia de conocimiento.

La Teosofía es el sendero del saber y se promulgó para que, entre otras cosas, el buen motivo y la sabiduría marcharan paralelos.

Si tenemos presente que el propósito de la vida es aprender y que todo está constituido por el aprendizaje, constataremos que los deberes ordinarios de cada día son los medios mediante los cuales aprendemos muchas cosas.

“Cumple tu deber, realizando todo deber dejando los resultados a la ley.”

En un tiempo, a la Teosofía se le denominaba, felizmente, “sentido común santificado” y me agrada que tú lo percibas de esta misma manera. El Movimiento Teosófico es más grande que cualquier sociedad u organización, siendo éstas mismas, simplemente reuniones provisionales y cambiantes con la naturaleza y el entendimiento de sus constituyentes, los cuales se influencian sobre sus cursos, planes e ideales.

Hay que entender que las sociedades y las organizaciones corresponden a nuestros cuerpos físicos, mientras que el Movimiento que anima a los grupos humanos, se encuentran en el Alma del grupo. Existen muchas clases de grupos y el trabajo debe hacerse, en cada uno, en armonía con las posibilidades que su naturaleza le ofrece. Los que depositan su fe en algún grupo y no en su Esencia, escogen un guía transitorio, una base frágil; ya que la mayoría de ellos busca una “autoridad”. Con el tiempo, la debilidad humana que hace posible el dominio eclesiástico o intelectual conducen al oscurantismo espiritual, por esto mismo no debemos seguir a la persona sino a su Mensaje.

Los Maestros fundaron la Sociedad Teosófica como una organización para promulgar la Religión-Sabiduría. Tal organización se ha escindido con el tiempo en varios fragmentos. Por supuesto, en todas las sociedades teosóficas la base de su existencia es el propio mensaje espiritual que H.P.B. llevó a Occidente, pero como personas ordinarias que somos ponemos mucho énfasis en la organización, la forma, el método, la autoridad y así sucesivamente; mientras que la cristalización de las ideas diversas impiden la verdadera comprensión del Mensaje. Por eso, la historia del Movimiento en esta generación está plagada por ataques, divisiones, controversias y otras insensateces.

Debes haber notado querido pensador, que todas las dificultades que surgieron antaño en la Sociedad Teosófica, tenían como su eje principal las diversas y propias personalidades, más bien que las diferencias doctrinales. Esto es muy significativo.

La Sociedad Teosófica representa al mundo, por lo tanto, en ella se libran las luchas del mundo en un estado embrionario. Ahí se encuentran la ignorancia, la superstición, el egoísmo y la ambición. A un grupo como la Sociedad Teosófica le amenazan otros peligros, además de los concernientes al “séquito personal.”

A veces surgen conservadores auto-electos que promueven conclusiones inflexibles referentes a los seres humanos, las cosas y los métodos. Ellos tratan de imponer sus ideas como las únicas verdaderas, mientras, en realidad, buscan desarrollar un séquito personal disfrazado por un plan de acción, olvidándose que ningún método es el verdadero; pues, el verdadero método debe ser una combinación de todo método. Estas cosas son lecciones, iniciaciones en ocultismo, si las interpretamos correctamente.

La Sociedad Teosófica proporciona múltiples lecciones que son inaccesibles en cualquier otra parte del mundo humano. Muchos han entrado en cada fragmento de la Sociedad Teosófica original, atraídos por la filosofía. Lo justo o lo injusto de la división no los afecta. En cada fragmento debe haber quiénes son discípulos buenos y verdaderos de los Maestros.

Según mi saber, diría que el trabajo de los verdaderos discípulos es polifacético y obran mediante numerosas organizaciones e individuos. Su asistencia no conoce barreras, excepto las que la personalidad se auto-impone. Su trabajo es universal, por lo tanto sueño: que nuestra visión siga esa dirección, mejorando, así nuestro servicio y conocimiento.

En honor a la verdad, H.P.Blavatsky era la Mensajera de la Gran Logia para el mundo occidental que esperaba sus enseñanzas como agua fresca del Rocio. Desde el principio, William Q. Judge fue el co-fundador y colaborador de H.P.B algo así como un hermano menor. Vale la pena recordar que ninguna autoridad otorgó a H.P.B. ni a W.Q.J. las posiciones que cubrieron; ya que estos privilegios dependieron del reconocimiento de Su saber y poder natural. Ellos eran seres atípicos a lo general, todos los demás somos estudiantes. Ante esta verdad, los que menosprecian a Judge, también menosprecian a H.P.B.

Según un dicho antiguo: “Aquél que escupe en la cara del Maestro, será maldecido por la acción kármica.”

Quizá para nuestras ideas no sea un lema elegante, sin embargo, transmite un hecho muy trascendental en ocultismo. “Por sus frutos los conoceréis”. Para los que conocen a H.P.B. y a W.Q.J., los ataques a estos verdaderos Teósofos son dignos de consideración sólo desde un punto de vista negativo: distraen la atención de muchos que, de otra forma, hubieran aprendido las grandes verdades del Hombre y de la Naturaleza.

A los verdaderos Teósofos no les resta más que tomar la posición expresada en las palabras de todos los tiempos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”

Como siempre, R. C.

Extracto de una carta Teosófica.



¿No os ha pasado alguna vez que cuando observáis la naturaleza en todo su esplendor, os sentís pequeñas criaturas ante tan inmenso y hermoso panorama?
Pues bien, esa inmensidad son los dedos de los dioses en formas de cielo, sol, viento, agua, montes, arboles y colores. Cada amanecer, como también el sonido del agua en el rio, como los rosados dedos de la bella aurora del amanecer etc., nos están diciendo que tengamos buen ánimo y una grata felicidad; que salgamos de nuestros sólidos egoísmos y miremos alrededor nuestro, para ver, sentir, oír y gustar, como se hace patente y con cuanta hermosura se nos muestra Dios y sus hijos, los dioses menores a esta ingrata y torpe humanidad.

Zharten

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